domingo, 17 de abril de 2011

Respuestas a "Tóxico", las oraciones y "La Celestina"

Oraciones:

  1. Coordinada explicativa. La primera es Atributiva, y lleva Complemento Atributo. La segunda tiene un SE morfema verbal, pues hay una diferencia entre “confundir” y “confundirse”. Lleva Complemento de Régimen Verbal.

  1. Oración Subordinada Adjetiva Adyacente. La primera proposición es impersonal refleja, y la marca es el SE. La segunda contiene un QUE pronombre relativo, que además de ser nexo funciona como sujeto. Contiene un CCT, “tarde”.

  1. Oración compuesta subordinada sustantiva de Régimen Verbal. La primera tiene sujeto omitido “él”, y un SE morfema verbal (no se puede conjugar el verbo sin el SE). El sujeto de la subordinada, que es de infinitivo, es el mismo que el de la primera. Además, contiene CD, “dos carreras”.

  1. Oración compuesta subordinada adverbial propia de tiempo. La primera proposición, con sujeto omitido “él” contiene un SE CI, Dativo de Interés, y CD, “dos cigarrillos”. La subordinada, que funciona de CCT de la primera, y tiene el mismo sujeto omitido, tiene un CD “la”, y un CCT “mientras”.


Preguntas sobre La Celestina:

  1. Melibea está nerviosa porque, por un lado, le gustaría aceptar la propuesta de Calixto, pero, por otro, le preocupa el “qué dirán”. Piensa que no es justo que a los hombres les resulte fácil decidir sobre su vida sexual y a las mujeres no, y que siempre tengan que estar pensando en si los vecinos se enteran. Además, también le provoca ansiedad pensar que ahora está diciendo que no y que si Calixto se cansa de esperar y busca a otra será ella la que tenga que ir detrás de suplicar, y que no es igual ser la solicitada que ser la que se ofrece.
  2. El problema radica en que en aquellos momentos una mujer noble debía casarse virgen y aceptar el matrimonio que sus padres le habían concertado, sin posibilidad de elegir ni hacer lo que querían. Y ella se siente atrapada entre sus deseos, el qué dirán y la voluntad de sus padres, que la han criado para casarse con un igual a ella.
  3. En muchos casos, hoy en día sigue pasando lo mismo: en algunas culturas, como  la árabe, las mujeres son prometidas cuando aún son niñas, a chicos que ni siquiera conocen, o que son mayores para ellas, porque sus padres así lo establecen, y si dejan de ser vírgenes antes del matrimonio pueden incluso llegar a ser abandonadas por sus familias. En otras culturas, como la gitana, las mujeres deben llegar vírgenes al matrimonio, y demostrar su virginidad ante toda la comunidad mediante la prueba del pañuelo.
  4. La respuesta es abierta, y cada uno tiene su opinión.


Comentario "Tóxico"

Tema: Advertencia ante la pretensión de control sobre los residuos radiactivos y sus verdaderos efectos secundarios a largo plazo.
Introducción
IP: El hombre ha concebido una falsa creencia de dominio de la Tierra.
IS: Japón es una muestra de que esto es una ilusión.
A. de Conocimiento enciclopédico: la Tierra no es más que un pequeño planeta en las afueras de una galaxia cualquiera.
Desarrollo
IP: En nuestra prepotencia pretendemos  saber controlar las consecuencias de la radiactividad que producimos, pero no podemos prever cómo afectará a generaciones futuras.
IS: Proyectamos depósitos de residuos que puedan durar el doble del tiempo que nuestra especie lleva en el planeta.
A. de datos objetivos: 100.000 años es lo que tardan los residuos en dejar de ser radiactivos.
Conclusión
IP: Quizá nosotros desaparezcamos como especie, pero la radiactividad permanecerá.

IS: Estamos haciendo las cosas realmente mal.

A. de experiencia personal: Estamos haciendo las cosas mal.

Resumen: El hombre ha concebido una falsa creencia de dominio de la Tierra, y por ello maneja productos radiactivos como si pudiera controlarlos, a pesar de que no puede prever cómo afectarían en el futuro a los habitantes del planeta. Lo estremecedor del caso es que los efectos de la radiactividad permanecerán cuando nuestra especie sea historia.

Tesis: explícita y sintetizante; coincide con la conclusión, “Cuando nuestra civilización desaparezca… radiactivo”.
Adecuación:
Emisor: hay una constante presencia del emisor a lo largo de todo el texto: Tengo, vivimos, olvidamos, volvamos, nuestras pretensiones, somos, nosotros… En realidad, sólo en dos momentos deja paso a la tercera persona: Japón demuestra… (esta desaparición confiere categoría de verdad científica objetiva al dato) y  cuando habla del almacén de residuos de Onkalo, momento en el cual pasa a la impersonalización: se está construyendo, empezó, está concebido, porque se niega a formar parte activa de semejante despropósito y porque no impersonalizar significaría acusar y señalar a culpables de lo que podría convertirse en un futuro lejano en el fin irreversible de la vida en el planeta.
Esta presencia constante pretende atraer al lector como partícipe de la locura humana o, al menos, como cómplice espectador del desarrollo de los acontecimientos. Por tanto, se establece una deíxis social próxima.
El receptor implícito, por tanto, coincide con el potencial: todos los lectores están invocados y convocados a enfrentarse con la cuestión planteada, porque con nuestra no manifestación en contra nos convertimos en parte en culpables de lo que esté por venir en relación con la energía nuclear. Además, el registro coloquial (nuestra condición de pulgas, qué digo, de microbios pataleantes) es una prueba de que la autora no pretende dirigirse a los técnicos o ingenieros nucleares, sino al publico en general, al que no tiene profundos conocimientos sobre la materia, pero está al tanto de los problemas que se han presentado en materia nuclear en Japón como consecuencia del terremoto del mes pasado, y que está, al menos, alarmado y angustiado por si la toxicidad se propaga hasta alcanzarlo.
La modalización valorativa es muy evidente: pequeño planeta, galaxia cualquiera, microbios, absoluta fragilidad de las cosas, megalomaníaca locura, inhumanamente perdurable… Todo ello es una prueba de la posición de la autora en contra de la ligereza con que se trata la energía nuclear, tanto desde su manipulación real por los ingenieros como desde su enfoque por los medios y políticos.
La modalización deóntica queda al descubierto cuando nos damos cuenta de que el emisor trata de que nos concienciemos y nos planteemos el peligro y la responsabilidad hacia las generaciones venideras, y hagamos algo al respecto: ¿Cómo podemos aspirar…? ¿Cómo nos las arreglaremos para advertir…? Huye de la orientación directa y prefiere que seamos nosotros quienes lleguemos a esta conclusión a través de la respuesta, o la ausencia de ella, a sus preguntas.
La modalización epistémica se presenta de forma coloquial, pues la autora, como parte del común de los ciudadanos, transmite su innegable información de los hechos con palabras que todo el mundo puede entender: “Japón demuestra… La aterradora crisis es un clamoroso desmentido… Los diseñadores piensan que lo mejor es…”, rozando incluso el coloquialismo: “e nuestra condición de pulgas, qué digo, de microbios pataleantes e inermes” “Somos microbios ignorantes…”
Cohesión
La coherencia que vertebra el texto viene reforzada por la cohesión que maneja la autora. En efecto, el texto, partiendo del caso de Japón, habla sobre la persistencia de la toxicidad a largo plazo de los residuos radiactivos, y la posición del ser humano como artífice de dicha amenaza mientras pretende el control de la situación. De aquí que aparezcan tres esferas conceptuales:
Condición humana: existencia, pulgas, microbios, ser humano, especie, civilización.
Japón: hipertecnología, desarrollo, crisis nuclear, terremoto.
Energía nuclear: residuos nucleares, silo, dañinos, peligroso, Onkalo, mortífera caja de Pandora, futura seguridad, tóxico sepulcro, dios radiactivo.
El abundante  léxico valorativo oscila entre sinónimos y antónimos: microbios, pulgas; almacén, silo, sitio, sepulcro. Amos del mundo /microbios ignorantes; existencia protegida / fragilidad de las cosas; cerrado/destapando.
También aparece   adjetivación valorativa, que confirma, desde el epíteto explicativo, la predominancia de este tipo de modalización en el artículo: aterradora crisis, clamoroso desmentido, inmenso silo, megalomaníaca locura, inhumanamente perdurable, mortífera caja, tóxico sepulcro.
El artículo manifiesta una cierta voluntad literaria al tiempo que informativa y argumentativa. Como muestra, el uso de metáforas, como “la realidad es un espejo hecho añicos”, en el que ya no nos podemos reflejar, porque hemos perdido la visión de conjunto, y que no se puede recomponer. Tópicos como la Caja de Pandora, donde todas las desgracias estaban contenidas, aunque cuenta el mito que, al cerrar el recipiente para que no escapara nada más, quedó en el fondo, atrapada, la esperanza (que es lo último que se pierde, por tanto). Así pues, a pesar de que el panorama es desalentador, Rosa Montero deja una vía abierta hacia un final no tan desgraciado, aunque no nos atreveríamos a afirmar que feliz.

Cohesión gramatical
El uso de proformas y de recursos gramaticales ayuda, a través de referencias cotextuales, a corroborar la coherencia del texto. Entre ellos:
Estructuras paralelísticas: aterradora crisis/ clamoroso desmentido
Elipsis: condición de pulgas, [condición] de microbios pataleantes
Anáforas: 100.000 años, que [esos años] es el tiempo que [el tiempo]
 tardan los residuos… ConvertirLO (el lugar)
Catáforas: destapando así [empeñándose en entrar] la caja.

También la deíxis espacial contribuye a la cohesión del texto, justificando su coherencia:

El primer párrafo, en el que predomina el presente de indicativo, empieza con una referencia temporal que se refuerza a través del uso de este tiempo: en estos días. Es el presente, lo que está pasando ahora mismo, un momento que se alarga hasta el final del párrafo. Por el contrario, en el segundo párrafo se mueve del pasado al futuro: desde que todo este sinsentido empezó hasta los herederos del sepulcro radiactivo. Y lo refuerza con expresiones como “50.000 años”, el pasado, y “durar 100.000 años”, el futuro; “empezó en 2001”, pasado, “acabará en 2100”, futuro.

La deíxis espacial va desde lo más lejano y general, “galaxia- Tierra/mundo”, y se va acercando: los países industrializados, en general, y Japón, en particular. Son los países que marcan el presente, imbricando así deíxis espacial y temporal. El segundo párrafo habla de Onkalo, Finlandia. El futuro. Y en ese lugar, otro: el almacén, el silo, el sepulcro. De este modo, la deíxis espacial va de lo general a lo concreto, de lo grande a lo pequeño también en el segundo párrafo.

Todo esto evidencia una estructura paralelística también en la deíxis espacial, que se advierte en ambos párrafos. Además, tanto la deíxis espacial como la temporal y la cohesión gramatical se suman a la coherencia interna del texto para demostrar la unidad de contenido desde la de la forma.

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