miércoles, 23 de marzo de 2011

Seguimos con el comentario: COHESIÓN

Cohesión léxica

Analizando la cohesión de este texto, encontramos dos grandes núcleos temáticos y de vocabulario: el de la comida y el de la confección. A lo largo del artículo, la aparición de palabras de los campos semánticos pertenecientes a estos dos  núcleos va confirmando su coherencia.

Encontramos en principio repeticiones léxicas, que son las más evidentes a la hora de analizar un texto. La palabra que más se repite es vestido: Espléndido vestido, vestido escotado, vestido rompedor... Como hiperónimo de vestido, el de “confección”, del que “vestido” forma parte como hipónimo, junto al que aparecen los cohipónimos  atuendo, traje, prenda. Esto nos lleva al campo semántico de la moda: alta costura, pasarela, moda, diseñadora, prêt-à-porter.

Un importante campo semántico es el de los alimentos derivados del cerdo: pernil, jamón, solomillo, paletilla, chorizo, lomo, morcón, chorizo, morcilla o longaniza. Por asociación, surge el campo semántico del queso; emmental, gruyere, parmesano, serrat, roquefort o manchego.

Es decir, la cohesión se logra principalmente con procedimientos léxico- semánticos, que son los más abundantes y los más evidentes. La inclusión de tanto vocabulario sobre el tema le da una fuerte cohesión, que potencia la coherencia del texto al girar mayoritariamente en torno al tema de los productos alimenticios tomados como hipotética base de confección de prendas.

Cohesión gramatical

Para empezar, encontramos una catáfora: “Lady Gaga marca la  pauta”, pauta que no sabemos cuál es hasta que la continuación del texto nos da la clave: el vestido de solomillos que se puso para la gala de la MTV. Del mismo modo, el tercer párrafo empieza con otra catáfora: “Eso sí”, que hasta que no seguimos leyendo no sabemos qué cosa sí, y esa cosa es “tener cuidado con las implicaciones religiosas”.

Para seguir con las sustituciones cotextuales, encontramos alguna anáfora, como en el caso “y su ejemplo”, que es el de vestirse con productos alimenticios, cosa que se ha dicho poco antes.  O “Alberto Contador… los problemas que luego ha tenido [problemas], “un tipo de costura que [ese tipo de costura] está destinado a triunfar”

En cuanto a recurrencias, aparecen construcciones paralelísitcas, como en “gran variedad de carnes… amplia gama de precios”; o concatenaciones, como “sus posibilidades son infinitas, como infinita es la capacidad…”, o “de jamón-jamón o  paletilla… de jamón serrano o ibérico… de ibérico de cebo… de cebo campo”.

Hay elipsis, como en “Está hecho [el vestido] con más de 500 lonchas…”, o en “la diseñadora acaba de confeccionar uno [vestido]. El autor recurre a la elipsis como elemento de cohesión debido a que la reiteración de la palabra “vestido” puede resultar monótona, y los sinónimos acaban por agotarse también.

La deíxis temporal está relacionada con la estructura del texto: en el primer párrafo aparecen verbos en pasado, “apareció”, “informaba”, junto con expresiones de tiempo como “En la última gala”, “ya”, o “el sábado”.

En el segundo párrafo aparecen verbos principalmente en presente: “es muy interesante”, “permite”, “ciñéndonos”. Y en el tercer párrafo aparece el futuro: “Habrá que tener”, “no podrán”, “tendremos”.

La deíxis temporal, y especialmente la distribución de los tiempos verbales en los párrafos, contribuye a cohesionar el eje temporal: primero se habla de lo que sucedió en la gala (pasado), luego se sugieren modelos que podrían confeccionarse en un presente atemporal, con los ejemplos de materia cárnica que se podrían utilizar. Finalmente, en el tercer párrafo, dando por sentado que dichos trajes se confeccionaran, surgiría un problema en el futuro, que es el de las susceptibilidades heridas.

La deíxis espacial no es relevante.

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