viernes, 3 de febrero de 2012

Correctores de estilo para los SMS en televisión, artículo de Luis M. Ansón

A petición de algunos alumnos de primero, pego el fragmento del texto que se ha de comentar, pues esta vez, de nuevo, hay una diferencia: el artículo original tiene un párrafo más en el desarrollo, que no cambia en nada la estructura, pero que prefiero eliminar para que estéis en igualdad de condiciones.




CORRECTORES DE ESTILO PARA LOS SMS EN TELEVISIÓN

Luis María Ansón
 
Salvo alguna discrepancia ratonera, la reacción a mi propuesta de que los canales de televisión contraten correctores de estilo para eliminar las faltas de ortografía y de sintaxis en los SMS que difunden, ha sido abiertamente positiva. El inolvidado Luis Calvo, director durante nueve años del ABC verdadero, solía decir que no se podía considerar serio un periódico si no estaba bien escrito. “Un director -afirmaba- es antes que nada un redactor del diario”. Y tenía razón. En los quince años que dirigí ABC, cuando me desplazaba a algún sitio y escribía sobre la actualidad, firmaba indefectiblemente: “Crónica por nuestro redactor Luis María Anson”. Luis Calvo, que dominaba de forma magistral el idioma y era un filólogo experto, contrató para ABC a un grupo de correctores que lo leían todo para evitar que el lector se tropezara al día siguiente con alguna falta de ortografía o con la sintaxis fracturada. Recuerdo a algunos de aquellos correctores con los que mantuve frecuentes conversaciones. Trabajaban de dos en dos. Se sentaba uno frente al otro, el primero leía en voz alta y el segundo corregía.



La ortografía se aprende en cierta medida en escuelas y colegios. Pero todos sabemos que la clave está en la lectura. Los adolescentes, los universitarios, que leen mucho cometen menos faltas de ortografía. Hoy, varios millones de españoles leen todos los días los centenares de SMS que aparecen proyectados en la pequeña pantalla por los diversos canales de televisión. Respetando el lenguaje conciso y las abreviaturas, el corrector cuidará de que los SMS reproducidos estén limpios de faltas de ortografía y otras incorrecciones.



Tenía razón Luis Calvo. Y hoy una televisión seria debe considerar el cuidado del idioma, que es el mayor tesoro cultural del que disfrutamos en España y en Iberoamérica. Cerca de 500 millones de personas se expresan desde su nacimiento en español. La educación tórpida de las últimas décadas en las escuelas españolas ha empobrecido la lengua de Cervantes y Borges, la ha empequeñecido. Los SMS proyectados a través de la televisión lo están enturbiando todo de forma alarmante. Hay que reaccionar para evitar el estrago. No se trata de adoptar posiciones maximalistas pues siempre existirá una minoría que se expresará correctamente tanto en España como en Iberoamérica. Las nuevas tecnologías no podrán con los mil años de un idioma que se desarrolla imparablemente en medio mundo. Pero no está de más frenar la eventual corrupción de la cultura popular en televisión, sobre todo cuando se pueden tomar medidas fáciles y económicamente no gravosas.



COMENTARIO

ASUNTO: Ortografía de los SMS en televisión

ESTRUCTURA EXTERNA

INTRODUCCIÓN: párrafo 1

Idea principal: Los medios de comunicación deberían garantizar una redacción y ortografía correctas.

Idea secundaria: Los correctores trabajaban de dos en dos (Argumento de experiencia personal).

Idea secundaria: Luis Calvo decía que… (Argumento de autoridad).

DESARROLLO: párrafos 2 y 3 (hasta  “Iberoamérica”)

Idea principal: La lectura es la clave del aprendizaje de la ortografía.

Idea secundaria: Millones de españoles leen SMS en televisión (Argumento de datos).

Idea secundaria: El idioma es el mayor tesoro cultural (Argumento de generalización indiscutible).

CONCLUSIÓN: últimas cuatro líneas, desde “las nuevas tecnologías” hasta “no gravosas”.

Idea principal: Aunque nuestro idioma tenga una larga y sólida tradición, deberíamos asegurarnos de seguir cuidándolo y protegiéndolo.

ESTRUCTURA INTERNA

Este texto argumentativo expositivo tiene una estructura inductiva, pues la tesis es sintetizante, y se encuentra en la conclusión, de manera explícita. El emisor afirma que, por muy bien asentada que se encuentre una lengua, y el español lo está, no se debe descuidar, pues podría acabar perdiendo su pureza por dejadez o proliferación por contagio de ciertos errores.

TEMA

DEFENSA del cuidado de la ortografía en los medios de comunicación y ADVERTENCIA por los errores en los SMS televisados.

RESUMEN

Los medios de comunicación deberían garantizar una redacción y ortografía correctas, ya que son muchos los receptores a los que llegan a diario. Además, la lectura es la clave del aprendizaje, y últimamente se leen muchos SMS con errores sobreimpresos en ciertos programas televisivos.  Si se toman como modelo, acabarán perjudicando la pureza y corrección de nuestra lengua.

VALORACIÓN CRÍTICA

El autor intenta concienciarnos sobre la necesidad de que los medios de comunicación vigilen y corrijan lo que se publique, pues el lector potencial puede acabar incorporando inconscientemente a su diccionario personal los errores que aparecen impresos.

La forma que elige para ello es construir un texto correcto y formal, totalmente válido, pues argumenta su opinión en torno a un gran maestro, periodista y filólogo, entendido en la materia, a cuyos recursos y palabras recurre una y otra vez para justificar esta necesidad de cuidado ortográfico. Es, por tanto, la mejor forma de hacerlo: recurrir a una autoridad en la lengua para hablar sobre la lengua, en un tono formal, correcto y serio.

La actualidad del texto se basa en la cada vez mayor proliferación de programas de televisión interactivos que sobreimprimen en pantalla los SMS que reciben sin corregirlos o seleccionarlos antes.

OPINIÓN PERSONAL

Estoy total y absolutamente de acuerdo con el autor, porque es cierto que una gran mayoría de adultos no leen más que los periódicos, y que mucha  gente de todas las edades lee los SMS que aparecen sobreimpresos en cada vez más programas de televisión. Así, si los modelos no son correctos o contienen errores, por analogía, incorporaremos dichos errores a nuestro vocabulario que, por desconocimiento nuestro de la norma y reglas de la lengua que hablamos y sin tener clara la norma por la que guiarnos, irá degenerando cada vez más.

Por otra parte, las redes sociales y los foros POCO ESTRICTOS son otra fuente de errores garrafales, pues todo el mundo escribe y opina sin respetar ortografía, puntuación, sintaxis, vocabulario o concordancia, cosa que hiere los ojos y molesta al cerebro de quienes somos exigentes con la calidad de la expresión.

Realmente, contratar un corrector puede hacer mucho bien desde dos frentes: el de la protección de la lengua, tesoro que hemos heredado y tenemos la obligación de entregar en las mismas condiciones de buen estado con que la recibimos, porque es nuestro patrimonio cultural, nuestra riqueza, y el instrumento que nos ayuda a perpetuar nuestra memoria; y el del empleo, pues si cada periódico, cadena televisiva, página web, contrata un corrector o correctora, contribuirá a que mucha gente pueda tener un trabajo digno.

Maltratar nuestra lengua, despreciarla, es un crimen cometido hacia nuestros descendientes futuros, los herederos de la Humanidad.´

ADECUACIÓN

La adecuación es la propiedad de los textos que los hace indicados para la finalidad comunicativa del emisor. En este caso, alertar sobre el peligro de tomar textos llenos de errores difundidos en los medios de comunicación como modelo de escritura.

Emisor: Luis María Ansón aparece en primera persona en el primer párrafo: “Mi propuesta, recuerdo, dirigí, me desplazaba, escribía”. Esto se debe a que relata desde la posición de protagonista y testigo del tema. En el resto del texto aparece tercera persona e incluso hay impersonalización, porque refiere al público en general inmerso en las actividades de lectoescritura: “Los adolescentes, los universitarios, varios millones de españoles”.

Receptor: En principio, cualquier español que escriba o lea SMS y, por extensión, comentarios en las pantallas del televisor: “Varios millones de personas leen SMS proyectados…”. Pero, especialmente, a quienes escriben o leen poco, o cometen errores voluntariamente como “rasgo de estilo”. Finalmente, se dirige a los directores de cadenas de televisión que permiten estos atentados contra la lengua sin remediarlos.

Deíxis social: Es lejana. El emisor no se implica en ningún caso con el receptor en una 1ª persona plural, salvo en el caso “Todos sabemos”, que es más una muestra de modalización epistémica que una aproximación al lector, y que no vuelve a suceder en el resto del texto. Sin ser académico, el artículo es culto y formal. Palabras como “discrepancia, indefectiblemente, magistral, fracturada, conciso, tórpida, estrago, maximalistas, gravosas” son una buena prueba de ello.

El emisor es periodista, y con voluntad de estilo y facilidad de dominio de la lengua escribe un texto  modélico y rico, que se aparta de las muletillas coloquiales y de las palabras comodín y, por tanto, de la intimidad compartida con el lector.

Modalización:

Por una parte, la valorativa se descubre en adjetivos como “abiertamente, inolvidado, serio, magistral, experto, fracturada”; abunda en el texto, encareciendo y valorando tanto positivamente el buen uso de la lengua como negativamente los ataques a la ortografía, voluntarios (moda) o involuntarios (incultura).

Epistémica, pues el autor tiene un profundo conocimiento del tema, como profesional de las letras que es: “Y tenía razón, todos sabemos, la educación tórpida ha empobrecido, siempre existirán, las nuevas tecnologías no podrán…”.

Deóntica, pues induce a la acción: “hay que reaccionar, No se trata de, no está de más frenar”. De esta forma trata de cambiar la actitud de los usuarios de la lengua, animándolos a escribir correctamente, y a los encargados de la difusión de textos, para que cuiden su corrección.






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